El cineasta Jordi Grau (Barcelona, 1930-Madrid, 2018) dirigió cerca de veinte películas  entre dramas realistas, de terror, de destape, históricas y documentales. Su obra se  transformó en sintonía con los sucesivos cambios que se dieron en la sociedad española,  desde la apertura del régimen franquista hasta el periodo democrático.  Catalán instalado en Madrid desde sus inicios en el cine a finales de los años cincuenta,  participó en el rodaje de películas de Berlanga y Sergio Leone. Sus primeros  largometrajes en los sesenta -Noche de verano, El espontáneo, Acteon y Una historia de  amor- le hicieron formar parte de las generaciones que renovaron el cine en España en  esa década: la del Nuevo Cine Español junto a Carlos Saura o Mario Camus, y la de la  escuela de Barcelona con Vicente Aranda o Pere Portabella. Gran admirador de Luis  Buñuel y del cine italiano, Grau estudió cine en Roma y tuvo a Fellini como mentor y  amigo.  El análisis de la obra cinematográfica de Grau desde 1957 hasta 1995 ofrece una mirada  singular al cine y la producción cultural que tuvieron lugar en España a lo largo de la  segu