«Decir a quiénes y para qué se destina es dar un libro la mejor definición. Éste se ha escrito para el
público no especializado en lingüística, con objeto de informarle breve y claramente de lo que se sabe acerca del
origen de las palabras castellanas comúnmente conocidas por la gente educada. He pensado, pues, en cuatro tipos de
lectores: estudiantes de todas las disciplinas, aunque acordándome de que los de ciencias humanísticas y filológicas lo
emplearán, naturalmente, más que otros; extranjeros cultos que tratan de adquirir del castellano un conocimiento algo
sistemático, no meramente práctico; profesores que enseñan cualquier materia, eruditos no lingüistas y lingüistas
especializados en otras lenguas, romances o no romances; y, en general y muy especialmente, todo el público educado de
lengua castellana que no se contente con un conocimiento superficial de su idioma.» JOAN COROMINES